Los ataques de ransomware a gran escala han protagonizado los grandes titulares de los últimos meses, y gracias a las muestras cada vez más sofisticadas se ha convertido en una amenaza global. Con costes que en 2017 alcanzaron los 5.000 millones de dólares y un aumento del 350% frente al año anterior, no hay duda de que este troyano mantiene su reputación como una gran amenaza en la industria de la ciberseguridad.
Jugosas recompensas con un bajo riesgo de ser capturados y una gran cantidad de objetivos que pueden estar infectados; desde usuarios individuales a grandes empresas, son excusas más que suficientes, para que sigan propagándose. Desde Panda Security dan los siguientes consejos para evitar el ransomware:
–Asegurarse de que las cuentas de usuario de los empleados utilizan contraseñas robustas y sin permisos de Administrados.
–No abrir correos de usuarios desconocidos o que lo haya solicitado: mejor eliminarlos directamente y no contestarlos en ningún caso.
–Desconfiar de los enlaces acortados y ficheros adjuntos, aunque sean de contactos conocidos.
–Crear copias de seguridad regulares que eviten la pérdida de datos.
–Planificar y ejecutar un plan de auditoría (llevado a cabo por equipos internos de auditoría o terceros especializados), tanto de los sistemas como de las políticas de la organización, de manera que podamos detectar y posibles vulnerabilidades.
–Emplear recursos para mejorar la formación y concienciación del personal en materia de seguridad informática y en particular de este tipo de amenazas.
–Ante amenazas actuales como el ransomware, una protección básica no es suficiente. Para asegurar la máxima protección es recomendable utilizar herramientas multiplataforma complejas y robustas.
Fuente: http://www.ittrends.es/seguridad/2018/08/ransomware-la-ciberamenaza-que-no-cesa