Científicos de Texas A&M AgriLife Research, la agencia estatal de agricultura, están utilizando inteligencia artificial para establecer un nuevo récord mundial en la producción de algas como fuente de combustible alternativa para aviones a reacción y otras necesidades de transporte, según informan en un comunicado. El proyecto utiliza un modelo de aprendizaje avanzado de inteligencia artificial patentado para predecir la penetración de la luz, el crecimiento y la densidad óptima de las algas. El modelo de predicción permite la cosecha continua de algas sintéticas usando hidroponía (agricultura sin suelo) para mantener el crecimiento rápido a la densidad óptima para permitir la mejor disponibilidad de luz.
El biocombustible de algas se considera una de las «soluciones definitivas para la energía renovable», pero su comercialización se ve obstaculizada por las limitaciones de crecimiento causadas por la sombra mutua y los altos costes de cosecha. Este equipo de investigadores está avanzando en el diseño de un cultivo de algas semicontinuo (SAC) para mantener un crecimiento celular óptimo y minimizar el sombreado mutuo; es decir, una estrategia de sedimentación basada en agregación diseñada para lograr una recolección de biomasa de bajo costo y un SAC económico.
El equipo del proyecto incluye a Bin Long, un estudiante graduado del Departamento de Patología y Microbiología Vegetal; Bart Fischer, codirector del Centro de Políticas Agrícolas y Alimentarias de Texas A&M y del Departamento de Economía Agrícola de Texas A&M; Henry Bryant, Departamento de Economía Agrícola; y Yining Zeng, científica del personal del Laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía de EE.UU.