«Si una tarea te lleva menos de un segundo de pensamiento, probablemente una máquina pueda hacerla ahora o en un futuro cercano». Esta es la afirmación que hizo hace unos años Andrew Ng, uno de los mayores expertos en Inteligencia Artificial del mundo, sobre las posibilidades de esta tecnología. Y los últimos avances en este campo (ChatGPT y el resto de modelos generativos entre ellos) han demostrado que tenía razón. La clave está en el aprendizaje automático o ‘machine learning’: la capacidad que tienen las máquinas para ‘aprender’ e imitar el comportamiento humano, para lo que emplean algoritmos matemáticos. Y es algo que, aunque no seamos conscientes, ya está presente en nuestro día a día como usuarios de aplicaciones, programas y plataformas. ¿Sabías que es la tecnología que facilita la recomendación de contenidos al utilizar plataformas de streaming? Para conseguirlo, ha sido necesario recopilar información sobre qué se consume, cómo y cuáles son las preferencias del usuario.
En el ámbito educativo, el aprendizaje automático se emplea de diferentes formas, principalmente relacionadas con ofrecer un aprendizaje más personalizado y ayudando con las evaluaciones y calificaciones de los estudiantes. Estas son algunas de las aplicaciones más destacadas según Luis Toro Dupouy, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Granada y director de Programas de OBS Business School.
- Aprendizaje personalizado. Es la base del ‘machine learning’ en el ámbito educativo. El objetivo es que a través de los algoritmos de las distintas plataformas o programas en las que se almacenan datos de los estudiantes, los docentes y equipos directivos puedan crear contenidos personalizados y adaptados al ritmo de cada estudiante, identificando las áreas o materias en las que necesitan más ayuda. También proporciona suficiente información para llevar a cabo un plan de estudios adaptado a la clase o evaluaciones con mayor o menor dificultad.
- Automatizar tareas del día a día. Un ejemplo es la calificación de los exámenes o actividades del alumnado, incluso en tiempo real. De este modo, reciben el ‘feedback’ de la prueba que han realizado de forma más rápida y el profesorado consigue más tiempo para otras tareas.
- Llevar a cabo tutorías inteligentes. Es posible obtener de forma automática datos relacionados con las tasas de asistencia a clase, de rendimiento académico o de graduación al finalizar una etapa educativa. Así, resulta más sencillo realizar un seguimiento de cada estudiante y prever si se puede producir un caso de abandono escolar, por ejemplo.
Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/tecnologia/aprendizaje-automatico/