La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), la Universidad
de Kioto y la NASA, pusieron a prueba distintos tipos de madera en la Estación Espacial Internacional para la construcción de este artefacto, que tendrá el tamaño de una naranja grande y será biodegradable, duradero, ligero y mucho más barato que los satélites tradicionales.
Se pondrá en órbita este verano, con la misión científica de medir el comportamiento de la madera en función de distintas variables. El proyecto pretende, con estos datos, poder ir diseñando aparatos cada vez más resistentes, sofisticados… y sostenibles.
Con el satélite LignoSat se pretende reducir el aluminio tóxico en la atmósfera y reducir la chatarra espacial altamente peligrosa. Los satélites sueltan partículas de aluminio al acabar su vida útil cuando reentran en la atmósfera terrestre y los satélites comerciales, usados para telecomunicaciones o monitorización meteorológica, cuando dejan de
funcionar –el promedio de vida útil es de 15 años–, se convierten en pesados zombis de metal.
Lignosat se transformará solo en ceniza.
Fuente:
https://lnkd.in/eQuVvTUq